Cortes

En la biodescodificación, el conflicto biológico asociado a los cortes suele estar relacionado con límites personales y la necesidad de protegerse ante una situación que se percibe como invasiva o peligrosa. Este desequilibrio puede nacer de una experiencia en la que la vulnerabilidad estuvo expuesta o hubo una ruptura de confianza, y el cuerpo expresa, a través de la piel, una respuesta de defensa y reparación para restablecer un sentido de seguridad.

El mensaje simbólico que transmite el cuerpo es que se necesita dibujar una frontera clara entre lo que se permite y lo que no, para preservar la integridad física y emocional. Cortar, en este sentido, representa la señal de detener patrones que vulneran el espacio personal y reconocer que la protección empieza por uno mismo.

• Sentirse invadido en relaciones, trabajo o ámbito familiar, generando una necesidad de reconfigurar el propio espacio.
• Dificultad para expresar enojo o dolor, lo que dificulta establecer límites sin sentirse culpable.
• Patrones aprendidos de autocuidado débil o de tolerancia a abusos, que llevan a manifestaciones en la piel como forma de señal de alarma.
• Herencias transgeneracionales donde la frontera entre yo y el otro era constante motivo de tensión o de daño, repetida inconscientemente.
• Experiencias de traición o repetición de situaciones dolorosas que impulsan un acto simbólico de corte para cerrar ciclos.