Esclerosis múltiple
Conflicto Biológico
El conflicto biológico asociado con la Esclerosis múltiple suele situarse en la lucha entre la necesidad de autonomía y las demandas externas o las limitaciones del entorno. La persona puede haber vivido episodios de pérdida de control sobre su vida, movimientos o decisiones, y un esfuerzo repetido por adaptarse a circunstancias que percibe como amenazantes. Este conflicto se acompaña de un sentido de que el cuerpo debe protegerse frente a daños externos y responsabilidades abrumadoras.
Mensaje Simbólico
El mensaje simbólico que el cuerpo envía a través de la esclerosis es una reconfiguración de la frontera entre yo y el mundo. Para el sistema, mantener una frontera clara implica que algo está amenazando esa separación y que la seguridad depende de una resistencia estructural interna. En esencia, es un recordatorio de que la salud y la vida requieren una reorganización de límites para vivir con más seguridad y menos estrés constante.
Causa Psicoemocional
Entre las posibles causas psicoemocionales se contemplan:
- Conflictos de separación o duelo en vínculos cercanos, que generan miedo a depender de otros y a perder autonomía.
- Patrones de rigidez interna y perfeccionismo que bloquean la apertura a cambios y nuevas formas de moverse por la vida.
- Carga de responsabilidades que supera la capacidad de gestión y mantiene al sistema nervioso en estado de tensión sostenida.
- Pensamientos y dinámicas transgeneracionales donde la seguridad se asocia con la necesidad de control y de no fallar, transmitidas a lo largo de las generaciones.
Camino de Sanación
Propongo un camino de toma de conciencia y símbolos para favorecer la apertura a límites saludables:
- Reconoce y nombra las emociones subyacentes al conflicto, escríbelas en un diario sin juzgarte.
- Identifica un límite claro que quieres establecer en una situación real y planea una forma amable de comunicarlo.
- Realiza una visualización: imagina una luz que recorre tu columna y nervios, fortaleciendo la elasticidad y la seguridad sin forzar movimientos.
- Ejercicio simbólico: escribe una carta a tu cuerpo agradeciéndole la protección y luego rompe una cinta para simbolizar la liberación de rigidez.
- Afirma diariamente un propósito de cuidado: “Mi cuerpo es mi aliado; puedo moverme, avanzar y solicitar apoyo cuando lo necesite.”
