2be Psychotherapy
← Volver al diccionario

Hematomas

Conflicto Biológico

El conflicto biológico principal asociado a los hematomas suele estar vinculado a la percepción de desprotección y a la necesidad de protección ante una situación real o percibida. Cuando se violan tus límites o sientes que no cuentas con el apoyo suficiente para defenderte, el cuerpo interpreta que hay una herida emocional que reclama cuidado y tiempo para sanar. Este conflicto puede estar conectado a confrontaciones, accidentes o experiencias de violencia que activan la respuesta de defensa y la necesidad de restablecer la seguridad interior.

Mensaje Simbólico

El mensaje simbólico que transmite el cuerpo a través de un hematoma es: tu espacio vital merece ser protegido. Es una llamada a reconocer y respetar tus límites, a buscar apoyo y a detener lo que te expone a daño. El hematoma te invita a cuidar de tu vulnerabilidad con suavidad y a construir una sensación de seguridad que no dependa de la aprobación externa.

Causa Psicoemocional

  • Experiencias de vulnerabilidad o exposición ante una situación donde sientes que no tienes defensa.
  • Patrones de límites poco claros que permiten invasiones en lo personal o emocional.
  • Consecuencias de culpa o vergüenza por haber sido dañado, bloqueando la expresión de necesidades de protección.
  • Heridas transgeneracionales que se repiten en la familia, vinculadas a normas de fortaleza sin vulnerabilidad.
  • Eventos repetidos de desprotección en la infancia o en relaciones próximas que se manifiestan en la vida presente como tendencia a sufrir golpes emocionales y físicos.

Camino de Sanación

  1. Reconocer la emoción dominante: identifica si es miedo, vergüenza o dolor por desprotección.
  2. Nombrar el deseo de protección y de respeto a tus límites.
  3. Realizar un ejercicio de visualización: imagina un escudo protector que envuelve tu cuerpo y te sostiene ante cualquier agresión emocional.
  4. Formular una frase corta para defender tu espacio y practicarla en situaciones cotidianas.
  5. Pedir apoyo a una persona de confianza y permitir que te acompañe en el proceso de sanación.
  6. Practicar autocuidado regular para restablecer la sensación de seguridad física y emocional, como descanso, higiene del sueño y momentos de pausa consciente.