Menorragia

La biodescodificación asocia la menorragia a un conflicto emocional relacionado con la seguridad personal y el control sobre el propio cuerpo. Se activa especialmente cuando hay presión externa para asumir roles de cuidado o maternidad o cuando se percibe invasión de límites personales. En estos casos, el cuerpo expresa a través del sangrado abundante una respuesta de defensa y un intento de recuperar autonomía.

Este conflicto suele originarse en experiencias de vulnerabilidad, inseguridad o falta de apoyo, y puede repetirse ante desafíos similares, señalando la necesidad de establecer límites y cuidar la propia energía vital.

El mensaje simbólico del cuerpo ante la menorragia es soltar cargas que ya no son tuyas y reestablecer límites sanos. Representa la necesidad de reivindicar tu poder personal y elegir conscientemente qué entregas y qué proteges.

La sangre abundante invita a revisar dónde te sientes forzada a cumplir con expectativas ajenas, y a volver a alinear tu vida con tus verdaderos deseos.

Posibles causas psicoemocionales:

• Presión de la familia o sociedad para cumplir con el rol de madre o cuidadora, incluso cuando hay cansancio o miedo.
• Falta de límites claros y sensación de que se debe priorizar a otros por encima de las propias necesidades.
• Autoexigencia elevada que drena la energía vital y genera miedo a perder el control sobre el cuerpo.
• Patrones transgeneracionales ligados a la maternidad, la sexualidad o la salud reproductiva que se repiten en la familia.
• Experiencias emocionales de vulnerabilidad, traumas o conflictos de pareja que no se han resuelto y quedan grabados en el cuerpo.