Neurofibroma (glioma periférico)

En la mirada de la biodescodificación, el neurofibroma o glioma periférico se interpreta como la manifestación de un conflicto biológico centrado en la defensa de la integridad personal ante situaciones que se perciben como invasiones o pérdidas de límites. Este tejido, que envuelve nervios periféricos, simboliza la necesidad de proteger la frontera entre el yo y el entorno, ante experiencias que pueden haber sido vividas como amenazantes o desestabilizadoras. Para Christian Flèche, estas formaciones pueden expresar una defensa emocional desbordada ante traumas o ataques; Enric Corbera invita a revisar creencias emocionales no integradas que se expresan en el cuerpo; Louise Hay asocia lo físico con el miedo a la vulnerabilidad y la necesidad de seguridad y pertenencia.

El mensaje simbólico que transmite es “mi cuerpo se protege para mantener lo que es mío”. El nervio o la envoltura que rodea una fibra nerviosa representa la frontera entre el yo y el mundo; cuando esa frontera se percibe invadida, el cuerpo puede responder con una manifestación que fortalece esa protección. Protección y autogestión emergen como respuestas internas: preservar mi espacio, mis límites y mi seguridad sin perder la conexión con la vida.

• Conflicto de defensa frente a una situación percibida como invasiva: críticas, abuso, presión constante o vínculos que rompen la seguridad personal.
• Necesidad de establecer límites claros en relaciones familiares, laborales o de pareja y sentir que no han sido respetados.
• Patrones transgeneracionales de miedo a la vulnerabilidad, necesidad de protegerse ante traumas pasados que se repiten en la memoria emocional de la familia.
• Crenças limitantes relacionadas con la aceptación y el valor propio: “si no protejo mi espacio, pierdo mi salud o mi integridad”.