Olfato

Conflicto biológico asociado: la capacidad de oler funciona como una brújula de seguridad y conexión con el entorno. Cuando hay pérdida o bloqueo del olfato, el cuerpo expresa un conflicto emocional de desconfianza o miedo a percibir una verdad dolorosa. Este conflicto suele estar ligado a experiencias de separación, a la vulnerabilidad en relaciones de apego o a situaciones en las que sentirse protegido dependía de no captar plenamente las señales externas. En la biodescodificación, se interpreta como un intento corporal de resguardarse ante posibles traumas o traiciones, reduciendo la exposición sensorial para evitar dolor.

Mensaje simbólico: el olfato invita a volver a oler la realidad con claridad, y el cuerpo está sugiriendo una resistencia a percibir señales del entorno por protección emocional. Abre de nuevo tu atención sensorial para reconectar con lo que sucede y fortalece tu confianza en las propias percepciones.

• Factores personales: miedo a descubrir una verdad que podría doler, conflictos de dependencia y autonomía, o la sensación de vulnerabilidad ante lo que percibe el entorno.
• Factores transgeneracionales: patrones heredados de desconfianza, protección excesiva o traumas no resueltos que se transmiten a través de las generaciones y condicionan la forma de procesar las señales del entorno.