Parkinson

En la biodescodificación, el Parkinson se vincula con un conflicto de pérdida de control sobre la propia acción y movilidad que genera miedo a no poder decidir o responder ante las circunstancias de la vida. Este conflicto suele emerger cuando la persona siente que su cuerpo está fallando en momentos clave o cuando se ve obligada a depender de otros. También puede expresar un conflicto de rigidez ante cambios, como un esfuerzo por mantener una estructura de vida segura frente a la incertidumbre. La persona puede haber vivido situaciones donde el movimiento o la decisión fueron limitados, generando una respuesta de sobrevivencia que se manifiesta como inmovilidad física.

El cuerpo transmite: «mi acción está detenida cuando la vida me exige moverme» y «el movimiento parece perderse como si mi voluntad quedara encadenada». El mensaje simbólico sugiere que se ha internalizado la creencia de que actuar con libertad trae riesgo o dolor, y que, por protección, el yo se contiene en una pausa que deja espacio para observar sin exponerse.

• Factores personales: estrés crónico, miedo a fallar en responsabilidades, duelo por la pérdida de autonomía, sensación de estar atrapado entre deberes y deseos, exigencia de perfección.
• Factores transgeneracionales: patrones familiares de control y rigidez, creencias heredadas de que la seguridad se logra limitando la acción, o modelos de dependencia que dificultan la afirmación de la propia voluntad.