Psoriasis

Desde la biodescodificación, la psoriasis se asocia a un conflicto emocional de rechazo y de necesidad de aceptación. El cuerpo, especialmente a través de la piel, manifiesta una frontera dolorosa que intenta proteger la vulnerabilidad frente a estímulos externos. Suele surgir cuando la persona percibe que no puede ser amado tal como es o cuando internaliza críticas que dañan la autoimagen.

Con respecto a las perspectivas de Christian Flèche, Enric Corbera y Louise Hay, este síntoma se interpreta como la manifestación física de un conflicto interior entre el deseo de ser visto y el miedo al juicio, lo que bloquea la expresión natural de la emoción y la energía vital.

El mensaje simbólico de la psoriasis es claro: la piel quiere mantener límites claros ante el dolor emocional. El proceso se expresa como una barrera visible que pide ser aceptada sin renunciar a la propia verdad. A nivel metafórico, se puede entender como: Necesito ser visto y amado, pero voy a proteger mi integridad.

• Piel como frontera frente a experiencias que hieren
• Perfeccionismo o autocritica que se proyecta en la superficie
• Necesidad de cuidado y límites en relaciones

Las causas psicoemocionales suelen combinar factores personales y, a veces, transgeneracionales:

• Conflictos de identidad, dudas sobre el propio valor y la creencia de no ser merecedor de amor.
• Expresión contenida de la ira o la frustración, con tendencia a autoexigencia y crítica interna.
• Patrones heredados de vergüenza corporal o de experiencias familiares de rechazo, que se transmiten de generación en generación.
• Estrés prolongado, cambios vitales o conflictos en relaciones cercanas que no encuentran salida emocional.